Nunca había pronunciado el vocablo que hacía honor a su persona. Amar, hubiera podido haberse escrito en el libro de su vida. Y era, sin embargo, el gesto, la mirada, la complicidad, el acercamiento, la ayuda, el tacto, el compartir. Una hechura perfecta que le caracterizaba por pensamiento, acción y emoción.
Mi jardín paso a paso.
Hace 4 horas
2 comentarios:
Me parece un cuadro que transmite mucha tranquilidad. La pareja, en pleno reposo, se acompañan en ese rincón cálido, por eso, se sobre-entiende la linda complicidad que hay entre ellas. Bonito trabajo, muy bien acompañado de esas breves, pero sensibles palabras. Se me hicieron dulces y entrañables.
Saludos.
Muchas gracias por tus bonitas palabras tan cercanas a la pintura y la expresión escrita. Te agradezco también que hayas ocupado un trocito de paraponer tu opinión. Un abrazo.
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