Tienes una delicadeza exquisita, querida Tanci, y esta entrada es la prueba. Por supuesto, te lo digo no sólo por el haiku y la foto de hoy, sino por tu trayectoria en este blog elegante y sutil que tienes. Me voy con una gran sonrisa de satisfacción. Gracias, amiga.
Mercedes, con tu comentario haces que me motive aún más si cabe para seguir en esta singladura. también en otras... Gracias por tu visita. Te devuelvo el abrazo.
Me regalas una sonrisa de satisfacción y yo de vuelta me lleno de tu grandeza. Menudencias y grandezas complementándose al fin y al cabo... pero tan espléndidas. Muchas gracias por venir. Siempre me llega tu cariñoso comentario. Besos y abrazos.
Si, Virgi, esos mosquitos son impertinentes.Zumba que te zumba hasta que...¡pick!, llegan a picar. mejor es que sigan al lado del brezo. para él es sólo un aire cercano que le llega.Je,je, me llega y me llena tu sonrisa. Gracias. Siempre me alegras. Un abrazote.
Rosa, la menudencia en cosas que a veces pasan tan rápido que no son percibidas. A no ser, en este caso, por una picadura. ;-) Gracias por tus palabras y por tu visita. Te mando un abrazo no menudo.
Picar, merodear, observar, aterrizar... ¿ Cuál sería la intención del mosquito? ¿O pasaba por allí por casualidad? Casualidad no es la tuya con la buena foto, tanci. Saludos
Me encantan tus fotos. (Hasta el mosquito, tan incordio siempre, ocupa su lugar) Eres capaz de captar los instantes con una maestría envidiable. Y el título, no tiene desperdicio. Un abrazo grande.
Demián, digamos que estaba en el sitio justo y en el momento oportuno. Así pude captar algo que en principio era sonoro, dado el silencio del lugar. Después visual fue visual y a partir de ahí paciencia. Y merodeó, observó.. y casi aterrizó, pero no le dejé picar. Tal vez mejor causalidad que no casualidad ¿no crees?. Un gran saludo, que no menudo.
Hola Juglar. Pues a mi me encanta verte pasear por este espacio. y me encanta que te gusten las fotos. Esos instantes, de alguna manera, me van conformando. Pequeñas gotas de rocío para el alma.Gracias por tu comentario que también alimenta. Un abrazo.
15 comentarios:
Un instante puede contener toda la sabiduría.
Cuanto más vengo, más me gustan tus post.
Un abrazo.
Un instante puede contener toda la sabiduría.
Cuanto más vengo, más me gustan tus post.
Un abrazo.
¡Cuánta grandeza hay en tus menudencias!
Tienes una delicadeza exquisita, querida Tanci, y esta entrada es la prueba. Por supuesto, te lo digo no sólo por el haiku y la foto de hoy, sino por tu trayectoria en este blog elegante y sutil que tienes.
Me voy con una gran sonrisa de satisfacción.
Gracias, amiga.
¡Por favor, qué monada!
Me quedo con todo, menos con el mosquito, que me hace mucho daño.
Yo también te sonrío.
Mercedes, con tu comentario haces que me motive aún más si cabe para seguir en esta singladura. también en otras... Gracias por tu visita. Te devuelvo el abrazo.
Menudencias al fin y al cabo pero que también forman parte de un todo. Te agradezco un montón tus palabras y tu comentario María Jesús. Abrazos.
Me regalas una sonrisa de satisfacción y yo de vuelta me lleno de tu grandeza. Menudencias y grandezas complementándose al fin y al cabo... pero tan espléndidas. Muchas gracias por venir. Siempre me llega tu cariñoso comentario. Besos y abrazos.
Si, Virgi, esos mosquitos son impertinentes.Zumba que te zumba hasta que...¡pick!, llegan a picar. mejor es que sigan al lado del brezo. para él es sólo un aire cercano que le llega.Je,je, me llega y me llena tu sonrisa. Gracias. Siempre me alegras. Un abrazote.
Tanci, una vez más nos sorprendes con una imagen que en un momento tu captaste, la menudencia en la distancia, Genial!!!
Abrazos.
Rosa.
Rosa, la menudencia en cosas que a veces pasan tan rápido que no son percibidas. A no ser, en este caso, por una picadura. ;-) Gracias por tus palabras y por tu visita. Te mando un abrazo no menudo.
Picar, merodear, observar, aterrizar... ¿ Cuál sería la intención del mosquito? ¿O pasaba por allí por casualidad?
Casualidad no es la tuya con la buena foto, tanci.
Saludos
Me encantan tus fotos.
(Hasta el mosquito, tan incordio siempre, ocupa su lugar)
Eres capaz de captar los instantes con una maestría envidiable.
Y el título, no tiene desperdicio.
Un abrazo grande.
Demián, digamos que estaba en el sitio justo y en el momento oportuno. Así pude captar algo que en principio era sonoro, dado el silencio del lugar. Después visual fue visual y a partir de ahí paciencia. Y merodeó, observó.. y casi aterrizó, pero no le dejé picar. Tal vez mejor causalidad que no casualidad ¿no crees?. Un gran saludo, que no menudo.
Hola Juglar. Pues a mi me encanta verte pasear por este espacio. y me encanta que te gusten las fotos. Esos instantes, de alguna manera, me van conformando. Pequeñas gotas de rocío para el alma.Gracias por tu comentario que también alimenta. Un abrazo.
Publicar un comentario