Suena a Penélope, o algo así. Las estaciones de tren tienen algo especial, parecen fuera del tiempo. Pero son preciosas. Aunque esa belleza se tiñe de mucha tristeza imaginando todo lo que queda fuera del plano y leyendo lo que nos cuentas...
Son las once y media; quedan horas... llegarán otros trenes, vendrán otras gentes o yo podré partir hacia nuevas estaciones; pero no podré volver las agujas atrás. Ya es verano, calurosos saludos.
María Jesús, el futuro perfecto no llegará con el AVE ni tan siquiera creo que exista. Aunque el ser humnano vaya en pos de la perfección.Así que yo habré esperado... Un abrazo.
Tal vez se tiñe de cierta melancolía. Imaginación ante la belleza y ante cualquier tiempo pasado, pero sin olvidar el presente ya que es un regalo.¿Y quién dijo que cualquier tiempo pasado fue mejor?.Lo mejor nuestra imaginación para hacerla crear.Un abrazo Explorador ;-)
Ya es verano. Otra estación. Pero sin parada porque las agujas no se paran y la estación, a pesar de su aparente soledad, bulle de energía y de calor. Otros trenes vendrán y se irán y en el fondo la estación sigue estando ahí para todos los que deseen hacer su propio viaje. Hoy, mañana, pasado... su propio viaje en el momento que toque. Gracias por tu visita.Salud para ti también.
Me gusta esa recoleta estación, con su reloj antiguo y sus arcadas de hierro. Bueno, es que me gustan casi todas las antiguas estaciones de ferrocarril.
Es precioso el haiku de hoy, triste, de restas en vez de sumas, de ilusiones perdidas, de esperas sin recompensa...
Quierida Isabel, tal vez el haiku de hoy rezuma melancolía y tristezas a la vez. Pensamientos varados en una parada cualquiera y en un tiempo pasado. No quiero que cualquier tiempo pasado sea mejor... También me ecantan esas estaciones que han quedado ahí para el recuerdo y la añoranza. Un gran abrazo para ti.
Si Rosa, recuerda un poco la del relato. Pero es verdad que cada estación tiene un encanto especial, aunque las identifiquemos como parecidas. Te envío un abrazo desde el Atlántico.
14 comentarios:
Hola, Tanci, que mal momento se pasa cuando lo deseado no ha llegado. El tren partió y no descendió la persona amada.
Un abrazo,
Luis.
Parece que las estaciones tienen un cierto regusto a pasado.
A pasado imperfecto.
Y el futuro perfecto no llegará con el AVE.
¡Qué foto más bonita!
El reloj me encanta, pero me parece muy triste que se acabe el tiempo.
Un abrazo fuerte desde mi Librillo.
Suena a Penélope, o algo así. Las estaciones de tren tienen algo especial, parecen fuera del tiempo. Pero son preciosas. Aunque esa belleza se tiñe de mucha tristeza imaginando todo lo que queda fuera del plano y leyendo lo que nos cuentas...
Un abrazo :)
Son las once y media; quedan horas... llegarán otros trenes, vendrán otras gentes o yo podré partir hacia nuevas estaciones; pero no podré volver las agujas atrás.
Ya es verano, calurosos saludos.
Yo creo Luis que lo mejor es no desear, así cuando aparece, parece un regalo ¿no crees?. Habrá más trenes aunque no cómo el que pasó. Saludos.
María Jesús, el futuro perfecto no llegará con el AVE ni tan siquiera creo que exista. Aunque el ser humnano vaya en pos de la perfección.Así que yo habré esperado... Un abrazo.
Si Rosario, inevitablemente el tiempo pasa y nosotros con él vamos desgranando ratitos de vida y de soledad. Así es. Gracias por venir. Besos.
Tal vez se tiñe de cierta melancolía. Imaginación ante la belleza y ante cualquier tiempo pasado, pero sin olvidar el presente ya que es un regalo.¿Y quién dijo que cualquier tiempo pasado fue mejor?.Lo mejor nuestra imaginación para hacerla crear.Un abrazo Explorador ;-)
Ya es verano. Otra estación. Pero sin parada porque las agujas no se paran y la estación, a pesar de su aparente soledad, bulle de energía y de calor. Otros trenes vendrán y se irán y en el fondo la estación sigue estando ahí para todos los que deseen hacer su propio viaje. Hoy, mañana, pasado... su propio viaje en el momento que toque. Gracias por tu visita.Salud para ti también.
Me gusta esa recoleta estación, con su reloj antiguo y sus arcadas de hierro. Bueno, es que me gustan casi todas las antiguas estaciones de ferrocarril.
Es precioso el haiku de hoy, triste, de restas en vez de sumas, de ilusiones perdidas, de esperas sin recompensa...
Un beso, querida amiga Tanci.
¡Hola Tanci!
Me ha recordado la vieja estación, del relato compartido, de las amigas de la plaza, creo que sabes de que va.
Un abrazo.
Rosa.
Quierida Isabel, tal vez el haiku de hoy rezuma melancolía y tristezas a la vez. Pensamientos varados en una parada cualquiera y en un tiempo pasado. No quiero que cualquier tiempo pasado sea mejor... También me ecantan esas estaciones que han quedado ahí para el recuerdo y la añoranza. Un gran abrazo para ti.
Si Rosa, recuerda un poco la del relato. Pero es verdad que cada estación tiene un encanto especial, aunque las identifiquemos como parecidas. Te envío un abrazo desde el Atlántico.
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