jueves, 16 de septiembre de 2010

Una campana





                                                                              Foto Tanci





Parapetada
resiste la campana
 cubre la rama. 



 





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8 comentarios:

Alicia dijo...

Protegida, allá en lo alto, portadora de mil llamadas de júbilo, advertencia o dolor, la campana nos convoca dándonos las pautas del ritmo de la vida que respira a través de ella. Espero que sus llamadas nos aúnen como lo han venido haciendo y sepamos compartir un mismo sentir. Te mando una campanada de júbilo.

tanci dijo...

Así mismo, así de protegida la vi yo Alicia. Y se me antoja, alta,vigilante, expectante. Divisando cada uno de nuestros movimientos incluído algún que otro pensamiento. Sin sacar juicio de valor. Sólo con la capacidad de convocatoria. Perenne en su altura. A veces, incluso escondiéndose detrás de las ramas que la cobijan. A veces queda camuflada ante otras perspectivas.
Recibo esa campana de júbilo como un auténtico mensaje de oxígeno. Gracias por venir. Siempre puntual.

virgi dijo...

Mi infancia transcurrió cerca de una iglesia (por cierto, muy bella). Las campanadas del angelus, la oración, ánimas, los repiques diferentes según las ceremonias...me dejaron una huella preciosa del sonido del bronce, desde la torre que veíamos como algo poderoso y eterno.
Querida Tanci, me has traído una época llena de rumores ya perdidos.
Muchos besos, hasta prontito.

rosa mis vivencias dijo...

HOLA TANCI;
El repique de las campanas, cuando suenan al compás de las horas son sumamente acogedoras,también cuando indican los horarios misales,o para cualquier fiesta de pueblo,pero cuando su sonido es de dolor,nos encoje el corazón,suenan de distinta manera y en lo más alto del campanar hasta ellas lloran al ritmo de su replique.
Un abrazo.
ROSA.

tanci dijo...

Me alegra querida Virgi, si has recordado aunque sea un pequeño trocito de tu infancia. Aunque sé positivamente que tienes infinidad de ellos recogidos en tu interior. También tengo esos recuerdos musicales en mi memoria y el dulce sonido de las distintas llamadas. Tal vez llamadas desde lo más interior del alma. Ya queda menos, un beso.

tanci dijo...

Rosa, tal y como lo expones así es. Cada una llamando según el momento, según sea su encuentro, según sea el lugar. También el tamaño nos da un "toque" distinto y así se nos va impregnando esa melodía tan característica de esas campanas siempre en lo más alto. Te saludo y te mando un abrazo.Gracias por tu visita a mi espacio.

Isabel Martínez Barquero dijo...

Qué hermosura de foto y texto.

tanci dijo...

Muchas gracias Isabel. Si te ha gustado ha cumplido su cometido. Me alegra de nuevo verte por aquí. Un beso de los grandes.