Muchas gracias Tanci por esas bonitas palabras que has dejado en mi blog. El gallo canta y se queja de ser el único que disfruta de su condición en el corral, entre tanta gallina clueca cacareando todo el día. Sólo él sabe saludar al día con estilo... ¡Dejémosle cantar! que nos recuerde siempre que tras la más negra noche, el sol volverá a brillar una vez que él le haya dado permiso. ¡Sigue cantando, Tanci! Un beso
Gracias a tí Alicia por estar ahí, perenne. El gallo canta, aún a pesar de los días grises. Y dices bien, tras la noche siempre vendrá el día que lo empuja a seguir cantando. Tu blog es maravilloso. Y está dando mucha materia para reflexionar. Te envío un saludo con una bonita canción.
Virgi, cuando la soledad es elegida se saborea profundamente. Momentos de soledad para el gallo, pero también momentos para compartir su canto. Se oye a lo lejos. Sólo hay que estar muy atento para sentir su lamento... Y si, es verdad ¿no te parece que la melodía del saxo suena como un lamento?. Gracias por tu visita. Un fuerte abrazo.
Querida Flaca, también a mi me gustó siempre y me sigue gustando. Y es que hay cosas que no vale la pena desterrar de la memoria. O al menos a mi me pasa. Me alegra verte por aquí. Te envío un saludo y espero que estés bien.
6 comentarios:
Muchas gracias Tanci por esas bonitas palabras que has dejado en mi blog. El gallo canta y se queja de ser el único que disfruta de su condición en el corral, entre tanta gallina clueca cacareando todo el día. Sólo él sabe saludar al día con estilo... ¡Dejémosle cantar! que nos recuerde siempre que tras la más negra noche, el sol volverá a brillar una vez que él le haya dado permiso. ¡Sigue cantando, Tanci! Un beso
Es bueno saborear la soledad y el reflejo que nos trae de lo vivido y por vivir.
Crecemos en el silencio.
Como en la compañía.
Besos, cielín.
(siglo que no oía a este hombre, muy personal siempre)
Gracias a tí Alicia por estar ahí, perenne. El gallo canta, aún a pesar de los días grises. Y dices bien, tras la noche siempre vendrá el día que lo empuja a seguir cantando. Tu blog es maravilloso. Y está dando mucha materia para reflexionar. Te envío un saludo con una bonita canción.
Virgi, cuando la soledad es elegida se saborea profundamente. Momentos de soledad para el gallo, pero también momentos para compartir su canto. Se oye a lo lejos. Sólo hay que estar muy atento para sentir su lamento...
Y si, es verdad ¿no te parece que la melodía del saxo suena como un lamento?. Gracias por tu visita. Un fuerte abrazo.
Siempre me gustó escuchar el canto del gallo.No sé por qué.
Querida Flaca, también a mi me gustó siempre y me sigue gustando. Y es que hay cosas que no vale la pena desterrar de la memoria. O al menos a mi me pasa. Me alegra verte por aquí. Te envío un saludo y espero que estés bien.
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