domingo, 9 de agosto de 2009

Cada palo que aguante su vela, o todos a una


Esta nueva entrada va dirigida a los componentes de la experiencia compartida en nuestra peregrinación, por eso empleo, más bien, un tono jocoso o de humor y con algún tinte de ironía, toda vez que reflejo algunas situaciones acaecidas por cada uno de nosotros a lo largo de todo el trayecto del Camino. Por ello, intentaré reflejar una somera descripción de cada uno de los componentes y que ha quedado grabada en mi retina o en mi interior, siempre basándome en mi subjetivo y particular punto de vista.

En uno de tantos días, recuerdo a la peregrina CYY llegar al lugar de descanso a media mañana y casi cercana a la hora de al mediodía. Siempre tomábamos algún tentempié para aguantar hasta el último tirón. Tengo en mi memoria su cara iluminada por lo que quería compartir de inmediato. Metió una de sus manos, hábiles y recortadas, en uno de los bolsillos de su pantalón tipo "cargo" y, como si de un gran tesoro se tratara, casi ocultándolo con la otra mano nos mostró una dorada, alargada y curada piña de millo. Su cara mostraba el mayor agradecimiento al agricultor que le ofreció aquel presente, a la vez que nos relataba toda su experiencia ante aquel particular regalo.

Su obsequio no fue sólo la piña de millo, ella bien que lo participó, sino la buena charla que sostuvieron entrambos. Certifico desde estas líneas que no fue la única que tuvo. Y de eso se trataba, de agradecer cualquier regalo, charla, sonrisa, saludo, despedida... etc. que se nos ofrecía por muy pequeño o nimio que a ojos de cualquier persona pudiera aparentar. A la peregrina CYY no se le escurrió el tiempo entre sus manos para poner "manos a la obra". Allá por el mes de marzo se puso en movimiento incitada a su vez por la peregrina FLN para propiciar y poner en marcha nuestro objetivo: llegar a Santiago a través del Camino. Su agudeza en descubrir sitios adecuados para pernoctar la completó con los relevantes datos que nos ofreció la peregrina FLN (¡ Ya... c...o !. O yo voy como un bólido y demasiado adelantada... o allá atrás sucede algo...). Datos traspasados y recogidos de MNL, un gallego de pro, y que fueron satisfactorios, dado el éxito de nuestro recorrido.
MNL nos llevó, en Santiago, a degustar una exquisita mariscada ( nécoras, bogavantes, mejillones, almejas, cigalas, berberechos... etc). Sabía MNL dónde podíamos comer el más exquisito pulpo acompañado del auténtico vino de Ribeiro. Supo introducirnos, certeramente, en los chicharrones tanto fríos como calientes.¡Suculento manjar!

El cansancio diario siempre era repuesto por un gustoso y nutritivo caldo gallego al estilo más tradicional. ¡Qué bien nos sentaba a nuestros cuerpos cuando lo tomábamos!. Y a nuestras almas cuándo sólo pensábamos en él.

Las dos primeras etapas de nuestro trayecto fueron culminadas por la peregrina SLV, mujer en apariencia frágil pero con una firmeza de espíritu y de carácter digna de emular. Su exacto sentido del humor aparecía siempre cuando compartíamos desayuno, almuerzo y cena. Nunca alteró su equilibrio en ninguna etapa y mantuvo su paso firme y personal a lo largo de todo el Camino. A la peregrina SLV le iban muy bien las coladas de tarde-noche, y su arte de respetar el espacio de cada uno de los peregrinos fue encomiable. Ella sabía perfectamente su momento de desconexión para recargar sus pilas y, conjuntamente con sus pensamientos, construyó una etapa de su particular camino.



Recuerdo una caminata al lado del peregrino RMN ( peregrino ayudante), en la que hubo una iniciación de charla-coloquio-pateo-acuerdo-desacuerdo a lo largo un pequeño tramo de una de las etapas. Terminó en mesa alargada mejor que redonda y cada uno sacó su conclusión personal e intransferible.
El peregrino RMN puso su compañía al servicio de otros algo más lentos y, tal vez, algo más rezagados, aunque no por ello menos valientes y menos dispuestos. Siempre estuvo presto y diligente para acompañar, incluso a pesar de tener que "competir" su llegada triunfal, con la de la peregrina TNC, mucha leguas aventajada en más de una ocasión. Cuando el peregrino RMN se lo propuso, lo consiguió; esto es, poner en sus pies un chorro a propulsión. Eso si, ofrecía caramelitos de miel y limón o agua a quien llegara a alcanzar.


Me viene a mi memoria el recuerdo de la peregrina FLN que junto al peregrino RMN alcanzaron la plaza del Obradoiro como era su meta; ambos apoyados en un cayado compartido. El peregrino RMN no dejó ni por un momento a la peregrina FLN y la entrada de ambos a la plaza fue triunfal ante mis ojos que, en la retaguardia, no se perdieron detalle alguno.

Me gustó sentir la risa festera de la peregrina YY. Esta pequeña gran mujer dio al trayecto una alegría capaz de traspasar a cada uno de los allí convocados (... yo iba de peregrina y me cogiste de la mano... etc.). Hubiera frío o calor, bruma o sol, YY portaba el efecto de una buena armonía con el fin de contagiarlo a todos. Sus frutos secos nos dieron la energía necesaria al inicio para emprender nuestro destino con suficiente vitalidad. Pocas veces iba la peregrina YY "cogida de la mano" con el peregrino FLP, pero bien que disfrutaron cuando ambos pudieron. Así mismo, el peregrino FLP tuvo siempre a bien potenciar un trayecto armónico, ocurrente, lleno de humor improvisado y espontáneo. Peregrino luchador a lo largo y ancho de su camino en etapas duras y no tan duras. Pero el " corazón de león" del peregrino FLP no lo abandonó a lo largo de su trayecto personal. Así lo demostró a los demás y también a sí mismo. Él sabe de su tesón y de su constancia.



La prueba de fuego tuvo que ser superada por la peregrina MC ¿Cómo iba a iniciar su andadura sin su "pequeña" maleta en dónde portaba sus queridos y preciados enseres?. A la peregrina MC no se le cayeron sus anillos desde el principio de su etapa en que tuvo que vestirse con ropas ajenas. Ella, más que nadie, supo sacar aprendizaje y provecho a la situación que le vino directa a sus manos: botas, calcetines y camiseta de la peregrina CYY, pantalones de la peregrina SLV, chubasquero de la peregrina TNC, bolsito "último modelo" a modo de morral de la peregrina SLV. Tuvo que adecuarse a las prendas cedidas y compartidas con generosidad y gentilmente, además de algunas otras no mentadas aquí, pero habidas a cuento.
La peregrina MC animó muchas veladas posteriores a la cena con el rasgueo de su guitarra que animada por el timple de la peregrina TNC dieron sendos conciertos con nocturnidad, alevosía y con permiso previo. Siempre, como no, gracias a la peregrina FLN que se encargaba de dar la entrada por DO o por FA pudiendo poner orden a nuestras entradas.



La peregrina TNC culminó alguna que otra entrada del Camino siendo la primera en llegar en alguna etapa. Y no era que se lo propusiera, sino que más bien a modo de cohete a propulsión en sus pies cogía un ritmo imparable. Para sus adentros sabía esta peregrina TNC que si lo lograba era el reto al que quería desafiar. Alguna que otra vez entró al unísono con la peregrina CYY, ambas triunfantes con foto incluída para la posteridad. La peregrina TNC caminó a través de la senda empapándose de lo que le circundaba, pero estuvo siempre en todo momento rodeada de los demás peregrinos para el intercambio indispensable de decisiones, opiniones y alegría compartidas. Sabe, en su fuero interno esta peregrina TNC, que el Camino la ha atrapado en sus recónditos espacios, la ha capturado en su sincronía con la naturaleza, en los lugares silenciosos y armónicos, expandidos y propagados por todo el trayecto. Porque en definitiva fue un peregrinar de paz y sosiego, de interiorización y reflexión. Por ello, los que son llamados a hacerlo romperán con sus rutinas y con sus esfuerzos diarios y limitados así como con la exigencia impuesta desde el exterior para adentrarse en espacios lentos, vivos, auténticos y plenos de amor a los demás, a sí mismos y a toda la naturaleza que los envuelven.


Termino este periplo algo divertido y un tanto jocoso, con una frase que me capturó y que recogí en una de las carreteras hacia Santiago y que, pudiéndose aplicar a cada pensamiento en particular, dicta así:


"Es claro que vale más concluir un camino que empezar muchos, y que darán más utilidad, por ejemplo, veinte leguas de una comunicación acabada y no ciento de muchas por acabar"
(Gaspar Melchor de Jovellanos)(1795)









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6 comentarios:

FLACA dijo...

El Camino de Santiago.Precioso relato de ese periplo. Estoy segura de que tanta fuerza de voluntad tuvo su recompensa.
Que3dé extasiada también con las fotos.¡Qué hermosos recuerdos!.Me ha gustado poder compartirlos. Un abrazo.

EL BLOG DEL COLEGIO GUAYONGE dijo...

Querida Tanci! me encanta tu relato y he disfrutado mucho leyéndolo. Esta experiencia tuvo que ser maravillosa...siempre me ha atraído el Camino y algún día me gustaría hacerlo...ya te preguntaré para ir bien documentada como la peregrina que citas...besos!!

tanci dijo...

Gracias por tu visita.Si, fue una bonita experiencia. Te dejé algún comentario en dos de tus últimas publicaciones ya que llegué un poco tarde. Me encantó el paseo tan lindo que nos ofreciste.Me alegra que te hayan gustado las fotos.Un beso

tanci dijo...

Mary, seguro que lo harás. Para ese entonces tal vez yo me reenganche. El Camino atrapa.He visto que no paras de actualizar el blog del Cole. En verano no carraste tus puertas y hay información de lo más certera y variada. Lo de lo cuentacuentos me ilusiona.Ya hablaremos.
Recibe un fuerte abrazo.

alicia barajas dijo...

Sabiendo la ilusión que te hacía este viaje, no me extraña que la experiencia haya valido la pena... cuando lo anticipado va adquiriendo realidad se produce el milagro y si además es en buena y feliz compañía, lo que se percibe es una auténtica vivencia. Te mando un abrazo fuerte.

tanci dijo...

Querida Alicia:
Gracias por acercarte y dejarme tus palabras, por otro lado certeras. Me hacía ilusión, estaba en la imaginación y se realizó. ¿Serán esos los milagros?.Una experiencia motivante, grata y sobre todo saludable.
Te mando un abrazo de caminante.