Al pasar por la choza descubrí la miseria que jamás habían visto mis ojos. Los restos de interminables noches de lujuria habían anegado el lugar. No muy lejos de allí, abandonadas y sobre un manto de tréboles, dormían las cortesanas tras una noche de desparpajo y lascivia. La luna iluminó la escena al mismo tiempo que iluminó mi sendero.
Foto Tanci
Bajo un mismo techo
durmieron las cortesanas
la luna y el trébol
(Basho)
4 comentarios:
Hágase la luz.
Así podremos ver nos sólo lo que hay, sino incluso lo que pudo haber.
Un abrazo, querida Tanci, que el trébol de la suerte nos acompañe, como la hermosa poesía, sin tiempo ni lugar.
Qué bellas tus palabras, querida amiga.Ritmo y música para completar esa poesía. Mientras esos versos han servido de inspiración a un pequeño relato.Gracias por dejar tan sugerente comentario.Mi abrazo.
Interesante relado que puede nacer en base a un sitio algo destrozado, quizás abandonado a su suerte, después de haber cobijado a muchas historias y personas.
Saludos.
Hola Kadannek. Pues si, a veces algunos lugares se nos presentan con su particular semblanz, para contarnos historias verídicas o no...pero historias que podría imaginarse cualquiera a poco que observe ese entorno. Un montón de gracias por tu comentario. Besos.
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