Bella fotografía. Tengo un ciruelo en la vereda, a la salida de mi casa. Cuando está en flor es más que maravilloso. Me encantarla verlo, pero las personas al pasar lo lastiman mucho. Falta más amor a la naturaleza.
El ciruelo, harto de la soledad, busca la ansiada mirada. Al sur, se ofrece en verdes tonalidades, al este y al oeste se hace ver mecido por el soplo del viento y al norte se aprovecha del sol para que lo transporte urgentemente ante tus ojos. Un beso. (¿te has fijado que mi post anterior tenía el mismo título?)
Y la ramita verde diciéndonos que sí, que la sombra es la sombra y yo soy yo. Delicado, Tanci, mucho, como un dibujo oriental. Muchos besos. Un ratito.
Amiga, me he dado cuenta que hace mucho que no te visito, pero no creas que me olvidé de ti, es que ahora dedico menos tiempo al ordenador. ¡He vuelto a hacer ganchillo y punto de cruz! jaja. Preciosa foto. Siempre me llamaron la atención las sombras.
Hola KadanneK, suerte rodearte de un ciruelo y sobre todo que lo puedas ver al salir de tu casa en la vereda... es un lujo hoy en día tenerlo cerca. ¡Y piden tan poco a cambio! con todo lo que ofrecen... Y de acuerdo total mente contigo, falta mucha delicadeza y mucho amor a la naturaleza. Te mando un natural abrazo. Gracias por venir.
Hola Alicia, la verdad es que no fui consciente de que tenía un post con el mismo título, pero la verdad es que cada día habrá muchas más coincidencias dada la amplitud de estos medio, redes sociales, blogs... Tal vez para nosotras será coincidente... hay que hacerle su lectura.Y qué bonito describes la situación que captaste y te llegó con mi pequeño poema. Lo amplificas, lo detallas, le sacas jugo como si de una ciruela se tratara, le das otro brillo distinto. Una simple puerta, su reflejo y un modesto ciruelo como protagonista. Gracias Alicia por tus palabras y por venir. Ese abrazo natural que no te falte.
Miércoles me gusta tu apreciación y tu punto de vista va más allá de mis palabras. Lo has visto con otros ojos, yo diría que con ojos del alma. Y como no puede ser de otra manera en ti, la curiosidad te llama y te acerca a otros estadios. Muchas gracias por tu visita y dejar tus palabras. Un abrazo.
Ja, Ja Virgi, que observadora eres. Es cierto la ramita verde está presenta para hacernos ver que efectivamente, es un ciruelo, que no es cosa inventada y que ahí está para demostrarlo. Está presenta para los ojos que quieran verlo. Eres minuciosa... Un beso y hasta nuestro cercano encuentro.
¡Conchi, mucha alegría de verte por aquí!. Te sigo de vez en cuando también y en cierto modo me pasa lo mismo, dedico y distribuyo el tiempo en los asuntos más variados. Y a veces voy dejando el blog a un lado y no quiero abandonarlo. ¡Me da muchas satisfacciones!. También me cautivan las sombras pero tú de eso sabe un montón: luces y sombras con tu buena mano de pintora. Un fuerte abrazo, amiga.
Demián, ese simple reflejo, tal vez, fue el arma que el ciruelo empleó para llamar la atención. Y no es que esté abandonado, no, pero creo que necesitaba sentirse admirado, digamos un poco ser por momentos el centro de atención...tampoco pide mucho. Gracias por comentar. Un abrazo con reflejos para ti.
12 comentarios:
Bella fotografía. Tengo un ciruelo en la vereda, a la salida de mi casa. Cuando está en flor es más que maravilloso. Me encantarla verlo, pero las personas al pasar lo lastiman mucho. Falta más amor a la naturaleza.
El ciruelo, harto de la soledad, busca la ansiada mirada. Al sur, se ofrece en verdes tonalidades, al este y al oeste se hace ver mecido por el soplo del viento y al norte se aprovecha del sol para que lo transporte urgentemente ante tus ojos. Un beso.
(¿te has fijado que mi post anterior tenía el mismo título?)
Curioso que el dibujo del ciruelo desdibuje la puerta, que se vuelve invisible.
Y la ramita verde diciéndonos que sí, que la sombra es la sombra y yo soy yo.
Delicado, Tanci, mucho, como un dibujo oriental.
Muchos besos.
Un ratito.
Amiga, me he dado cuenta que hace mucho que no te visito, pero no creas que me olvidé de ti, es que ahora dedico menos tiempo al ordenador. ¡He vuelto a hacer ganchillo y punto de cruz! jaja.
Preciosa foto. Siempre me llamaron la atención las sombras.
Un abrazo
Conchi
Sólo en el reflejo quiere el ciruelo acaparar la puerta, y ésta se embellece con sus ramas.
Un abrazo.
Hola KadanneK, suerte rodearte de un ciruelo y sobre todo que lo puedas ver al salir de tu casa en la vereda... es un lujo hoy en día tenerlo cerca. ¡Y piden tan poco a cambio! con todo lo que ofrecen... Y de acuerdo total mente contigo, falta mucha delicadeza y mucho amor a la naturaleza. Te mando un natural abrazo. Gracias por venir.
Hola Alicia, la verdad es que no fui consciente de que tenía un post con el mismo título, pero la verdad es que cada día habrá muchas más coincidencias dada la amplitud de estos medio, redes sociales, blogs... Tal vez para nosotras será coincidente... hay que hacerle su lectura.Y qué bonito describes la situación que captaste y te llegó con mi pequeño poema. Lo amplificas, lo detallas, le sacas jugo como si de una ciruela se tratara, le das otro brillo distinto. Una simple puerta, su reflejo y un modesto ciruelo como protagonista. Gracias Alicia por tus palabras y por venir. Ese abrazo natural que no te falte.
Miércoles me gusta tu apreciación y tu punto de vista va más allá de mis palabras. Lo has visto con otros ojos, yo diría que con ojos del alma. Y como no puede ser de otra manera en ti, la curiosidad te llama y te acerca a otros estadios. Muchas gracias por tu visita y dejar tus palabras. Un abrazo.
Ja, Ja Virgi, que observadora eres. Es cierto la ramita verde está presenta para hacernos ver que efectivamente, es un ciruelo, que no es cosa inventada y que ahí está para demostrarlo. Está presenta para los ojos que quieran verlo. Eres minuciosa... Un beso y hasta nuestro cercano encuentro.
¡Conchi, mucha alegría de verte por aquí!. Te sigo de vez en cuando también y en cierto modo me pasa lo mismo, dedico y distribuyo el tiempo en los asuntos más variados. Y a veces voy dejando el blog a un lado y no quiero abandonarlo. ¡Me da muchas satisfacciones!. También me cautivan las sombras pero tú de eso sabe un montón: luces y sombras con tu buena mano de pintora. Un fuerte abrazo, amiga.
Demián, ese simple reflejo, tal vez, fue el arma que el ciruelo empleó para llamar la atención. Y no es que esté abandonado, no, pero creo que necesitaba sentirse admirado, digamos un poco ser por momentos el centro de atención...tampoco pide mucho. Gracias por comentar. Un abrazo con reflejos para ti.
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