Foto Tanci
Hoy ha sido uno de esos días en los que alguien, sin saberlo, ha llenado un pequeño rincón de mi existencia. Después de oírla, algo ha empezado a recorrer detrás de mi nuca, pasando a la garganta y de ahí hasta llegar al estómago. Son esas mariposillas de emoción retozonas que, de vez en cuando, vuelan desde lugares no esperados instalándose en nuestras entrañas, haciendo acopio de una mezcla de emociones nuevas y brillantes. Gratamente me han sorprendido esta mañana. Y gratamente Beatriz Salas, ha puesto sus genuinas herramientas al servicio de una pequeña obrita: “Agazapada”, traspasando mis letras y mi creatividad a una serena y dulce sonoridad. Maravilloso instrumento el de Beatriz, su voz, para hacernos más felices a los que la oímos y la escuchamos. Hoy Beatriz, a lo mejor, sin ser ella misma demasiado consciente, me ha hecho un poquito más feliz, si cabe. Y no sé cómo corresponder. Aunque sabemos que la felicidad, o los pequeños momentos que nos llegan de ella, no tienen un valor pecuniario. El mayor valor para mí, ha sido esa sorpresa inesperada que, tanto Beatriz con su voz, cómo Ruth con la excelente elección musical, han vertido en el día de hoy haciéndolo más luminoso. Ambas me han regalado ese trocito de cielo y de lluvia que nos empapa por dentro. Una vez más y, retozando de alegría con una grata sonrisa en mi rostro, gracias.
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