Qué lindo, Tanci. Más bien es un lujo. Yo me despierto muchas veces con sus trinos. Los mirlos no son conocidos por ellos, pero a mí me alegran mucho mucho. Me has sacado la sonrisa, a ver si nos vemos pronto. Un abrazo. Y un gorjeo de cariño.
Me han encantado tus fotografías. He leido el cuento que has escrito en la entrada anterior y también me ha gustado muco. Un abrazo fuerte amiga, desde mi Librillo.
Ay, qué bonito, y con esas fotos fantásticas. Tengo el jardín lleno de mirlos y no veas cómo nos alegran con sus cantos. No paran en todo el día. Eso sí, son traviesos y, como les dé por alguna planta, no cejan hasta cargársela.
Por cierto, me ha sorprendido la mezcla de lirismo y lo prosaico de la vida, como la basura. Lo interpreto en el sentido de que el mirlo canta, lo mismo que ciertas personas, aún en medio de las condiciones más adversas. Y ahora estamos rodeados de basura. Me gusta darle ese enfoque.
Bueno, de momento prefiero ir a tirar la basura y que un mirlo me alegre el día. Al fin y al cabo no piden nada por cantar... Gracias por venir. Un beso.
Mi querida Virgi, las tardes pasando a ser largas en las que ellos se vuelven locos unos con otros, me dan pie a pensar que el verano se acerca. Y en esos momentos es grato verlos, saltarines y coristas todos. También tengo ganas de un encuentro pero mientras te mando ese abrazo que todo lo puede. También mi sonrisa.
Mercedes, vaya si tenemos suerte. Lo único es que parece que no le debemos el respeto que se merece. Dependemos de la naturalez y sin embargo nos mostramos altivos y poco generosos con ella. Siempre mi gratitud por pasar por mi espacio. Un abrazo.
Explorador, me aferro a esos pequeños regalos de la naturalez precisamente por la temporada que pasamos. No obstante, siempre está de nuestro lado. Ella, la naturaleza, es la gran conquista del ser humano. Y sin embargo cómo le samos la espalda. Te mando un fuerte abrazo.
Luis, tú más que nadie sabes todo lo que nos brinda la naturaleza. Tus paisajes, tus veredas, tus caminos, tus aldeas sí que me hacen vibrar cada vez que te leo. Un abrazo desde aquí.
No creas Demián, voy viendo cómo poco a poco me voy volviemdo un poco más "blanca". Debe ser el paso de los años. Mayor solera,selección de vivencias...¿conoces "Historia de un mirlo blanco" de Alfred de Musset?. Siempre gracias por tu comentario.Un abrazo.
Rosario, gracias por venir. Si te ha gustado mi cuento espero que aglún día lo puedas utilizar en tus clases y con tus peques. Te envío un beso desde estas islas.
Mi querida Isabel, ese enfoque que le has dado me gusta.¡Vaya que si megusta! ¡Pero si es que ir a tirar la basura con un canto alrededor es de lo más gratificante¡. A veces hay que pensar también en la parte prosaica de la vida. Es el haz y el envés de la propia vida pero sin olvidarnos de sus dos caras.Siempre agradecida de tus comentarios y de tu filigrana perceptiva.Ya vendrás, ya. Te abrazo con esa calidez que me encanta, amiga.
Tanci, los trinos de los pájaros es un símbolo de vida, pero ¿sabes? últimamente me están molestando más de lo que quisiera. No son jilgueros, sino gorriones anidados en las ventanas del colegio y no veas cómo cantan y el jaleo que arman mientras trabajamos, jaja Con lo que siempre me gustó escucharlos ahora me fastidian! Muchas gracias por pasar y dejarme esos bonitos versos a mis gitanillas. Este año se han portado muy bien echando flores, pronto dejarán de hacerlo pues con las alatas temperaturas se niegan. Te mando un fuerte abrazo Conchi
Conchi, probablemente esos jilgueros están más por el ritmo "rapero" que por su canto original. ;-) Van cambiando las costumbres... je,je. Siempre es un placer pasar por tu casa y dejar un saludo. Lo que pasa es que últimamente no tengo mucho tiempo. Ni tan siquiera para mi blog. Pero es una maravilla saber que estás y sigues ahí, al pie del cañón. Gracias a ti por tocar en mi casa. Un fuerte abrazo, Conchi.
Querida Laura, siempre me alegra verte por mi espacio. Te agradezco tus palabras y que te hayan gustado las fotos y el texto pues me da más vida, si cabe. Apreciar la naturaleza en su momento, aunque se mezcle con lo prosaico también es vivir el momento. Un abrazo.
Hermosa foto, Tanci pero, déjame colgarme de tus palabras. Efectivamente, en medio del dulce trino de la naturaleza, no es nada fastidioso botar la basura, en su sentido más literal pero, sobre todo, en el más figurado de los figurados. Arrojémosla al olvido entonces, para escuchar con absoluta limpieza el canto de los pájaros. Hermosa invitación la tuya. Abrazos
Hola Isabel. Gracias por tu apreciación. Colgada de tus poéticas palabras me quedo y así con esa limpieza que mencionas sigo los trinos, auténtico regalo de la naturaleza. Siempre contenta de verte por mi espacio. Un fuerte abrazo.
Hola Juan. Las tuyas son palabras en máquina de coser. Lo mío es un puzzle creativo entre pintura, fotografía, música y algunas palabras descolocadas.Alegría y mucha de verte por aquí. Gran abrazo para tí.
Ximo, la naturaleza está siempre a nuestro alrededor. Otra cosa es que nos empeñemos en ignorarla. Tuve suerte con las fotos, aunque estuve esperándolos un buen rato después de oirlos cantar y de ir a botar la basura. Siempre un abrazo y gracias por venir.
28 comentarios:
Eso es lo que se llama sacar la foto en el momento apropiado :-)
Lo verdaderamente fastidioso es votar la basura política que nos rodea.
Qué lindo, Tanci.
Más bien es un lujo.
Yo me despierto muchas veces con sus trinos. Los mirlos no son conocidos por ellos, pero a mí me alegran mucho mucho.
Me has sacado la sonrisa, a ver si nos vemos pronto.
Un abrazo.
Y un gorjeo de cariño.
Tenemos suerte, a pesar de las barbaridades que hacemos, la naturaleza sigue haciéndonos bellos regalos.
Hermoso posto.
Un abrazo.
Una foto precisa y preciosa...ya lo creo que no debe ser fastidioso...ay, en estos días de basura, estamos faltos de trinos ;)
Un saludo...
Imagenes llenas de buena puntería fotografica. Me gustan. Tienen sabor lírico, mira que la naturaleza está cargada de estas sensaciones.
Un abrazo,
Luis.
Con música todo es mas grato. En la próxima el mirlo será blanco.
Un abrazo
Me han encantado tus fotografías.
He leido el cuento que has escrito en la entrada anterior y también me ha gustado muco.
Un abrazo fuerte amiga, desde mi Librillo.
Ay, qué bonito, y con esas fotos fantásticas.
Tengo el jardín lleno de mirlos y no veas cómo nos alegran con sus cantos. No paran en todo el día. Eso sí, son traviesos y, como les dé por alguna planta, no cejan hasta cargársela.
Por cierto, me ha sorprendido la mezcla de lirismo y lo prosaico de la vida, como la basura. Lo interpreto en el sentido de que el mirlo canta, lo mismo que ciertas personas, aún en medio de las condiciones más adversas. Y ahora estamos rodeados de basura. Me gusta darle ese enfoque.
Un abrazo bien grandote, querida Tanci.
No te creas Miércoles. Los oí cantar al ir a tirar la basura. Volví a por mi cámara. Me dejaron su canto y ellos se dejaron sacar la foto. Un abrazo.
Bueno, de momento prefiero ir a tirar la basura y que un mirlo me alegre el día. Al fin y al cabo no piden nada por cantar... Gracias por venir. Un beso.
Mi querida Virgi, las tardes pasando a ser largas en las que ellos se vuelven locos unos con otros, me dan pie a pensar que el verano se acerca. Y en esos momentos es grato verlos, saltarines y coristas todos. También tengo ganas de un encuentro pero mientras te mando ese abrazo que todo lo puede. También mi sonrisa.
Mercedes, vaya si tenemos suerte. Lo único es que parece que no le debemos el respeto que se merece. Dependemos de la naturalez y sin embargo nos mostramos altivos y poco generosos con ella. Siempre mi gratitud por pasar por mi espacio. Un abrazo.
Explorador, me aferro a esos pequeños regalos de la naturalez precisamente por la temporada que pasamos. No obstante, siempre está de nuestro lado. Ella, la naturaleza, es la gran conquista del ser humano. Y sin embargo cómo le samos la espalda. Te mando un fuerte abrazo.
Luis, tú más que nadie sabes todo lo que nos brinda la naturaleza. Tus paisajes, tus veredas, tus caminos, tus aldeas sí que me hacen vibrar cada vez que te leo. Un abrazo desde aquí.
No creas Demián, voy viendo cómo poco a poco me voy volviemdo un poco más "blanca". Debe ser el paso de los años. Mayor solera,selección de vivencias...¿conoces "Historia de un mirlo blanco" de Alfred de Musset?. Siempre gracias por tu comentario.Un abrazo.
Rosario, gracias por venir. Si te ha gustado mi cuento espero que aglún día lo puedas utilizar en tus clases y con tus peques. Te envío un beso desde estas islas.
Mi querida Isabel, ese enfoque que le has dado me gusta.¡Vaya que si megusta! ¡Pero si es que ir a tirar la basura con un canto alrededor es de lo más gratificante¡. A veces hay que pensar también en la parte prosaica de la vida. Es el haz y el envés de la propia vida pero sin olvidarnos de sus dos caras.Siempre agradecida de tus comentarios y de tu filigrana perceptiva.Ya vendrás, ya. Te abrazo con esa calidez que me encanta, amiga.
Tanci, los trinos de los pájaros es un símbolo de vida, pero ¿sabes? últimamente me están molestando más de lo que quisiera. No son jilgueros, sino gorriones anidados en las ventanas del colegio y no veas cómo cantan y el jaleo que arman mientras trabajamos, jaja Con lo que siempre me gustó escucharlos ahora me fastidian!
Muchas gracias por pasar y dejarme esos bonitos versos a mis gitanillas. Este año se han portado muy bien echando flores, pronto dejarán de hacerlo pues con las alatas temperaturas se niegan.
Te mando un fuerte abrazo
Conchi
Mi ciudad está llena de mirlos negros. Salen por la mañana y se recogen al atardecer.
Tus fotos y el texto que las acompaña son preciosos ¡siempre lo son!.
Como dicen por aquí ¡¡estamos faltos de trinos!!.
Te envío uno muy cantarían, un gorjeo que es más literario.
Conchi, probablemente esos jilgueros están más por el ritmo "rapero" que por su canto original. ;-) Van cambiando las costumbres... je,je. Siempre es un placer pasar por tu casa y dejar un saludo. Lo que pasa es que últimamente no tengo mucho tiempo. Ni tan siquiera para mi blog. Pero es una maravilla saber que estás y sigues ahí, al pie del cañón. Gracias a ti por tocar en mi casa. Un fuerte abrazo, Conchi.
Querida Laura, siempre me alegra verte por mi espacio. Te agradezco tus palabras y que te hayan gustado las fotos y el texto pues me da más vida, si cabe. Apreciar la naturaleza en su momento, aunque se mezcle con lo prosaico también es vivir el momento. Un abrazo.
Qué buenas las fotos, Tanci :)
Y qué bien ver que la naturaleza sigue empeñada en seguir cantando.
Un abrazo
Hermosa foto, Tanci pero, déjame colgarme de tus palabras. Efectivamente, en medio del dulce trino de la naturaleza, no es nada fastidioso botar la basura, en su sentido más literal pero, sobre todo, en el más figurado de los figurados. Arrojémosla al olvido entonces, para escuchar con absoluta limpieza el canto de los pájaros. Hermosa invitación la tuya. Abrazos
Hola Tanci: esto está muy bien. Un abrazo
Hola Isabel. Gracias por tu apreciación. Colgada de tus poéticas palabras me quedo y así con esa limpieza que mencionas sigo los trinos, auténtico regalo de la naturaleza. Siempre contenta de verte por mi espacio. Un fuerte abrazo.
Hola Juan. Las tuyas son palabras en máquina de coser. Lo mío es un puzzle creativo entre pintura, fotografía, música y algunas palabras descolocadas.Alegría y mucha de verte por aquí. Gran abrazo para tí.
Ximo, la naturaleza está siempre a nuestro alrededor. Otra cosa es que nos empeñemos en ignorarla. Tuve suerte con las fotos, aunque estuve esperándolos un buen rato después de oirlos cantar y de ir a botar la basura. Siempre un abrazo y gracias por venir.
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