No me extraña que se te haya quedado prendida la mirada en ese hermoso campo verde. Incita a la relajación. Paisajes de este tipo limpian el cerebro y le dan auténtico sosiego. Un abrazo fuerte, querida amiga.
Isabel, es como si me insuflaran oxígeno del bueno. Y a partir de ahí flotar y fuir. No hay necesidad de mucho más. Te devuelvo ese abrazo multiplicado.
Demián, un verde que me llena y me llega. un amarillo que lo complementa y, mientras tanto, esperemos ver el fruto con el mismo placer en su recolección. Siempre gracias y salud para ti.
Esos relinchones acompañando al millo se prestan para buscar saltamontes, mariquitas y escarabajos. Tu vista la tendrás muy ocupada. Genial encontrarte, querida Tanci.
Querida Virgi, creo que a los pájaros les gusta también mucho estos "relinchones". No se te escapa una... ;-) Y si, se me pierde la vista ante semejante espectáculo que, no por tenerlo cercano pasa desapercibido.Es más, me recreo. También alegría y mucha de verte. Un abrazo de los fuertes.
Querida Rosa, para mi es necesario vivir al lado del verde naturaleza. Luego ya me encargo yo ir dándole esos toques esperanzadores que tan bien nos viene y tan necesarios para la vida. Un placer de nuevo sentirte por los alrededores. Un abrazo Rosa.
La contemplación de un paisaje verde y amarillo, tan bello como el de la foto, nos puede llevar a la evasión. La mente vuela y, a veces, hay que dejarla volar, claro que sí. Un abrazo y espero que esta vez entre el comentario. Conchi
Los maizales son sitios recónditos a los que se tiene acceso para perderse y, a lo mejor, encontrarse con uno mismo otra vez. Son de esos sitios en los que de verdad no te sientes raro cuando estás dentro. eso si, hay que tener cuidado con las hojas de la planta, puede cortar sin avisar. Y así es Explorador,la naturaleza llena para el que la quiera disfrutar. Un abrazo.
Si Conchi, aquí está tu comentario. No sé que pasó con el que no entró. Pero estot contigo en que la naturaleza nos obliga a volver a ella cuando en algún momento pretendemos dejarla de lado. Así nos llena. siempre me gusta verte por mi espacio. Besos y más besos.
16 comentarios:
Sí, escapemos hacia el verde.
No me extraña que se te haya quedado prendida la mirada en ese hermoso campo verde. Incita a la relajación. Paisajes de este tipo limpian el cerebro y le dan auténtico sosiego.
Un abrazo fuerte, querida amiga.
Un verde florido donde sus altos maices pronto mostrarán el dorado fruto.
Muy primaveral y bonito.
Saludos
Siempre el verde María Jesús. Verde esparenza y verde que te quiero verde... Un fuerte abrazo y gracias por pasar por mi casa.
Isabel, es como si me insuflaran oxígeno del bueno. Y a partir de ahí flotar y fuir. No hay necesidad de mucho más. Te devuelvo ese abrazo multiplicado.
Demián, un verde que me llena y me llega. un amarillo que lo complementa y, mientras tanto, esperemos ver el fruto con el mismo placer en su recolección. Siempre gracias y salud para ti.
Esos relinchones acompañando al millo se prestan para buscar saltamontes, mariquitas y escarabajos.
Tu vista la tendrás muy ocupada.
Genial encontrarte, querida Tanci.
¡Hola Tanci!
una preciosa imagen del campo en plena cosecha antes de cosecharla y, el verde, verde esperanza, que tanto deseamos.
Un abrazo.
Rosa.
Querida Virgi, creo que a los pájaros les gusta también mucho estos "relinchones". No se te escapa una... ;-) Y si, se me pierde la vista ante semejante espectáculo que, no por tenerlo cercano pasa desapercibido.Es más, me recreo. También alegría y mucha de verte. Un abrazo de los fuertes.
Querida Rosa, para mi es necesario vivir al lado del verde naturaleza. Luego ya me encargo yo ir dándole esos toques esperanzadores que tan bien nos viene y tan necesarios para la vida. Un placer de nuevo sentirte por los alrededores. Un abrazo Rosa.
Colores otoñales y más pálidos, pero llenos de vida. un buen lugar donde perder y descansar la vista.
Saludos, y que disfrutes esa maravillosa vista :)
La contemplación de un paisaje verde y amarillo, tan bello como el de la foto, nos puede llevar a la evasión. La mente vuela y, a veces, hay que dejarla volar, claro que sí.
Un abrazo y espero que esta vez entre el comentario.
Conchi
Los maizales son sitios recónditos a los que se tiene acceso para perderse y, a lo mejor, encontrarse con uno mismo otra vez. Son de esos sitios en los que de verdad no te sientes raro cuando estás dentro. eso si, hay que tener cuidado con las hojas de la planta, puede cortar sin avisar. Y así es Explorador,la naturaleza llena para el que la quiera disfrutar. Un abrazo.
Si Conchi, aquí está tu comentario. No sé que pasó con el que no entró. Pero estot contigo en que la naturaleza nos obliga a volver a ella cuando en algún momento pretendemos dejarla de lado. Así nos llena. siempre me gusta verte por mi espacio. Besos y más besos.
Que sea larga esa visita; para siempre, si es posible.
Abrazos.
Mercedes, que sea larga y que mis ojos la sigan viendo.Algo intrínseco a la naruraleza humana. gracias por tu visita. Un abrazo,
Publicar un comentario