Hoy me ha gustado muchísimo, Tanci. Una cruz que se alza, sola, y sueña. Un corredor que invita a la paz y deja al margen los afanes terrenales. Tanto la foto como el poema son un canto a la espiritualidad que no teme los rigores de un retiro. Un abrazo muy, pero que muy fuerte.
Verde, madera y piedra. La soledad con su muda ronquera en escena. Has captado, tanci,un bello rincón envuelto en un aire de recogimiento y placided. Un saludo
Isabel, los sueños por encima de mucho... por no decir de todo. A veces hay que mirar a las alturas, tal vez sea la única forma de despegarnos un poco de lo absolutamente terrenal. Y quizá, de ese modo, esa paz anhelada nos invite a ese canto sin el cual el ser humano no crecerá. Gracias por tu visita. También por tu reglexión, aquí y allí ; en tu espacio. Un montón de besos.
¡Vaya, vaya con el claustro del convento! Bonito sitio, después de los siglos aún recogido y espiritual. Por sus losas, corrieron los niños a la escuela, se colocaron sillas para ver a los funambulistas, las parejas bailaban recorriéndolo y más de uno durmió en la cárcel que estaba subiendo la escalera. Ahora reposa en silencio, se habrá alegrado de verte, sabía que harías algo especial. Un abrazo grande, muy muy.
Demián, el verde me estimula, a la madera me gusta acariciarla y la piedra, material noble, nos apoya cuál pilar firme. Y los momentos de soledad, necesarios tantas veces, quedan impresos para gratificarnos cuando nos llegan envueltos con palabras como las tuyas.Gracias, y gracias por tu presencia.Un saludo.
¡Lo reconociste Virgi! je,je.Pasear por allí me encantó. Y además estaba completamente en silencio. Y esas losa guardan silencios, llantos, risas y alguna conversación oculta...Y si, probablemente,yo también me alegré al sentirlo primero y palparlo más tarde. Luego mi cámara captó lo demás. Gracias por tu visita. Y por recordar, en breve, tantas historias pasadas por este lugar. Un montón de besos.
Cuanta paz...casi se siente una brisa suave, el rumor de unas pisadas leves y sobre todo, agua corriendo por un pequeño cauce y cayendo, dándole vida a todo lo demás, mientras el sol es cálido pero no molesta...mmmm...supongo que no será así, pero me has hecho imaginarlo y se agradece. la foto es perfecta, además, no necesita que se añada nada que la sobrecargue. Preciosidad. Y los versos me gustan también, queda soñar y resistir, para que cuando las cosas pasen, nos sintamos bien con el pasado.
Ese lugar tiene que ser mágico. Me lo imagino en el silencio, sin más sonidos que los trinos de los pájaros. Un lugar para soñar, para pensar, para respirar hondo y tomar fuerzas, para pedir perdón, para tantas cosas...
Amiga, me gustó la foto, me gustaron tus versos y también, los comentarios. Espero que estés bien. Vi en televisión que las islas estaban sufriendo un gran temporal de agua y viento. Hace mucho que no sé de Alicia. Si la ves dale un abrazo de mi parte, ¿vale?
Explorador, primero resistir y después de todo...soñar. Siempre es el sueño el que nos rescata y nos viene a salvar al fin. Todo lo demás que apuntas me llega tal cuál tú lo comentas; suave, leve y cálido.Yo soy quien te agradece esa combinación perfecta de palabras e imaginación. Saludos también para ti.
Mi querida Conchi, todo el silencio que llenan esos corredores realizados con madera de tea. Detrás de los muros silencios hechos a la medida de cada quien. Y detrás de los silencios algún que otro pensamiento fugaz. Alguna inspiración. Algún sentimiento guardado, no mostrado. Todo lleva al todo, amiga. Me alegra mucho saber que te gustó la foto y los versos. Me da energía para seguir. No lo dudes. Algo de viento y olas caprichosas que se elevan sin darles permiso alguno. Pero así son ellas... por lo demás tiempo casi primaveral. Besos y abrazos en un buen ramillete para ti.
10 comentarios:
Hoy me ha gustado muchísimo, Tanci. Una cruz que se alza, sola, y sueña. Un corredor que invita a la paz y deja al margen los afanes terrenales.
Tanto la foto como el poema son un canto a la espiritualidad que no teme los rigores de un retiro.
Un abrazo muy, pero que muy fuerte.
Verde, madera y piedra. La soledad con su muda ronquera en escena.
Has captado, tanci,un bello rincón envuelto en un aire de recogimiento y placided.
Un saludo
Isabel, los sueños por encima de mucho... por no decir de todo. A veces hay que mirar a las alturas, tal vez sea la única forma de despegarnos un poco de lo absolutamente terrenal. Y quizá, de ese modo, esa paz anhelada nos invite a ese canto sin el cual el ser humano no crecerá. Gracias por tu visita. También por tu reglexión, aquí y allí ; en tu espacio. Un montón de besos.
¡Vaya, vaya con el claustro del convento! Bonito sitio, después de los siglos aún recogido y espiritual.
Por sus losas, corrieron los niños a la escuela, se colocaron sillas para ver a los funambulistas, las parejas bailaban recorriéndolo y más de uno durmió en la cárcel que estaba subiendo la escalera.
Ahora reposa en silencio, se habrá alegrado de verte, sabía que harías algo especial.
Un abrazo grande, muy muy.
15 de febrero de 2011 11:04
Demián, el verde me estimula, a la madera me gusta acariciarla y la piedra, material noble, nos apoya cuál pilar firme. Y los momentos de soledad, necesarios tantas veces, quedan impresos para gratificarnos cuando nos llegan envueltos con palabras como las tuyas.Gracias, y gracias por tu presencia.Un saludo.
¡Lo reconociste Virgi! je,je.Pasear por allí me encantó. Y además estaba completamente en silencio. Y esas losa guardan silencios, llantos, risas y alguna conversación oculta...Y si, probablemente,yo también me alegré al sentirlo primero y palparlo más tarde. Luego mi cámara captó lo demás. Gracias por tu visita. Y por recordar, en breve, tantas historias pasadas por este lugar. Un montón de besos.
Cuanta paz...casi se siente una brisa suave, el rumor de unas pisadas leves y sobre todo, agua corriendo por un pequeño cauce y cayendo, dándole vida a todo lo demás, mientras el sol es cálido pero no molesta...mmmm...supongo que no será así, pero me has hecho imaginarlo y se agradece. la foto es perfecta, además, no necesita que se añada nada que la sobrecargue. Preciosidad. Y los versos me gustan también, queda soñar y resistir, para que cuando las cosas pasen, nos sintamos bien con el pasado.
Un saludo :)
Ese lugar tiene que ser mágico. Me lo imagino en el silencio, sin más sonidos que los trinos de los pájaros. Un lugar para soñar, para pensar, para respirar hondo y tomar fuerzas, para pedir perdón, para tantas cosas...
Amiga, me gustó la foto, me gustaron tus versos y también, los comentarios.
Espero que estés bien. Vi en televisión que las islas estaban sufriendo un gran temporal de agua y viento.
Hace mucho que no sé de Alicia. Si la ves dale un abrazo de mi parte, ¿vale?
Que tengas un feliz viernes.
Abrazos
Conchi
Explorador, primero resistir y después de todo...soñar. Siempre es el sueño el que nos rescata y nos viene a salvar al fin. Todo lo demás que apuntas me llega tal cuál tú lo comentas; suave, leve y cálido.Yo soy quien te agradece esa combinación perfecta de palabras e imaginación. Saludos también para ti.
Mi querida Conchi, todo el silencio que llenan esos corredores realizados con madera de tea. Detrás de los muros silencios hechos a la medida de cada quien. Y detrás de los silencios algún que otro pensamiento fugaz. Alguna inspiración. Algún sentimiento guardado, no mostrado. Todo lleva al todo, amiga. Me alegra mucho saber que te gustó la foto y los versos. Me da energía para seguir. No lo dudes. Algo de viento y olas caprichosas que se elevan sin darles permiso alguno. Pero así son ellas... por lo demás tiempo casi primaveral. Besos y abrazos en un buen ramillete para ti.
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