
Tenía ganas de ir a verla. Me refiero a MAMMA MÍA. Tenía ganas de ponerme frente a la pantalla y dejarme encantar por el ritmo de sus canciones, por el colorido, por sus paisajes y por volver a ver a Meryl Streep. Es digno de recuperar y de recordar dado que cantamos sus canciones, soñamos con sus letras y fue vivido por gran parte de mi generación y algunas posteriores a la mía también.
Y para hacer un preludio de presentación a la película, me vale el ejemplo que a modo de recurso didáctico empleó una vez una profesora, y que se me quedó grabado a fuego. De una manera casi gráfica echó mano de Adán y Eva para explicar los condicionales en inglés. Recuerdo que utilizó a la famosa pareja en el paraíso y que, además, el recurso estaba bien adornado con el árbol y la manzana que, por supuesto, no podía faltar al festín del que ambos participaron.
Creo recordar los tres tipos de condicionales, aunque por supuesto no los voy a exponer ya que no es el caso exactamente que nos ocupa. Pero he de evocar al menos uno de ellos para llegar a mi fin. Y aquí está:
If ADAM hadn't eaten the apple, BOTH ( ADAM and EVE ) wouldn't have been turned out from the paradise.( Si ADAN no hubiera comido la manzana, ambos no habrían sido expulsados del paraíso).
En mi caso y después de haber visto la película MAMMA MIA diría:
If I hadn´t had a dream, I wouldn't have been able to believe in angels. Y todo esto utilizando sólo una de las canciones de todas las que se emplean como recurso narrativo en la película. ( Si yo no hubiera tenido un sueño, yo no habría creído en los ángeles).
Y para mi bien y para mi esfuerzo, para mi tranquilidad y para mi salud emocional; quiero seguir teniendo sueños, creyendo en ángeles y seguir viendo películas que me hagan sentir, que me hagan emocionar, vibrar y soñar. Más tarde, tal vez, para construir.
Vale que no es una gran película, ( tampoco soy crítica de films), pero el mero disfrute de la hora y media que, aproximadamente ha durado la misma, ha hecho que este musical me haya llenado por un corto espacio de tiempo de felicidad, alegría y vitalidad. También se puede pasar del sentimiento de alegría a un cierto dramatismo que puede tocar alguna fibra escondida por largo tiempo. Aquí es nada.
Meryl Streep está radiante, a mis ojos, y es capaz de transmitirnos toda una variante de vitalidad y escenografía digna de enamorar a cualquiera. Hace pases de baile, nos canta, pasa de la risa al llanto, tiene guiños y complicidades que nos deja a más de uno boquiabierto y gozoso en la butaca. Aparece dominando, o queriendo hacerlo, todas aquellas cosas, (pinta paredes,coloca baldosas,utiliza taladros...) que las mujeres nos impusimos en aquellos años practicar para querer una vez más demostrar nuestra valía y nuestra independencia. Lejos de eso, una quisiera entrar en la pantalla al son de la música y del baile para participar de la fiesta. Incluso aquellos que no tienen gran motivación por estas dos últimas artes.
Definitivamente, salí de la película con un buen sabor de boca ante este canto a la festividad y al optimismo y; de ahí a querer seguir soñando y creer en ángeles hay sólo un paso.Por eso en este trecho, tan sólo, me vale la película. Disfruté y me empapé de ella.
