Diseño Tanci
De esta noche no pasaría. Estaba decidido. Seis sacos desgastados por el uso, ocho cañas cortadas del cañaveral y un papel de estraza usado.
La base de operaciones había quedado montada esa misma tarde, aprovechando la esquina de un ángulo recto que formaban los muros enjalbegados de la azotea.
Cuando los padres dormían, los dos hermanos se calzaron sus alpargatas de lona y caucho, y en la soledad de la noche y el silencio más pleno, treparon casi en cuclillas por la vieja escalera exterior de peldaños de tea que les llevaría a la choza prevista. Ambos soñaban en divisar desde allí un espectáculo fascinante. Agazapados bajo el observatorio, abrieron un pequeño boquete en la tela de uno de los raídos sacos e introdujeron por él, a modo de tubo, el cucurucho alargado y endeble de papel de estraza. Allí, impávidos y emocionados, orientaron el telescopio hacia el cielo. El panorama no podía ser más espectacular: una franja de luz alargada y difusa, como un haz blanco, se introdujo a través de aquel improvisado catalejo infantil.
Y esa noche la Tierra se unió con el firmamento de este a oeste a través del esplendoroso panorama camino de las estrellas.


Puedes leerlo en "esta noche te cuento" http://estanochetecuento.blogspot.com.es/2012/10/oct137-estrellas-de-verano-de-mercedes.html