Al pasar por la choza descubrí la miseria que jamás habían visto mis ojos. Los restos de interminables noches de lujuria habían anegado el lugar. No muy lejos de allí, abandonadas y sobre un manto de tréboles, dormían las cortesanas tras una noche de desparpajo y lascivia. La luna iluminó la escena al mismo tiempo que iluminó mi sendero.
Foto Tanci
Bajo un mismo techo
durmieron las cortesanas
la luna y el trébol
(Basho)