Alineada al sol y al mar
a la brisa fresca y al caminar.
A la inmensidad...
Pegada a la pared
sentada en el banco de diez...
espero con calma
la caída del astro rey.
Frente al médano
oteo mi humor
serpentean a mi lado
siluetas de ensoñación.
Cierro los ojos y ayer pasó,
hoy por ayer
y ayer quedó...
Nunca lo pensó!
mas sin embargo
ahí está el dedo de Dios.
a la brisa fresca y al caminar.
A la inmensidad...
Pegada a la pared
sentada en el banco de diez...
espero con calma
la caída del astro rey.
Frente al médano
oteo mi humor
serpentean a mi lado
siluetas de ensoñación.
Cierro los ojos y ayer pasó,
hoy por ayer
y ayer quedó...
Nunca lo pensó!
mas sin embargo
ahí está el dedo de Dios.